Siempre mirábamos atónitos cómo las penetrantes luces azules de la serie C.S.I brillaban donde los criminalistas encontraban ADN. Leíamos reiteradamente en los periódicos cómo madres solteras se aventuraban en luchas judiciales para reclamar la paternidad de sus retoños a hombres del famoseo. Ahora, la ficción toma forma real. Los avances de la ciencia facilitan que no haya lugar a duda. Cualquiera podrá quitarse el miedo a subsistir o a ser engañado. Los que duden de su parentesco tendrán la respuesta en la farmacia de la esquina.
La Naturaleza ya no se encontrará en una situación de riesgo ya que por fin se pondrá freno a la extinción animal gracias a las manipulaciones genéticas. Pero algunos ven la buena nueva como arma de doble filo: ¿va contra lo ético eliminar parte de la herencia celular? Evitar enfermedades hereditarias les supone, sólo el principio de lo que podría convertirse en una humanidad artificial. Todos clones, todos perfectos.
Ya lo venía anunciado la película Gattaca bajo una mezcla de romanticismo barato y ficción. ¿Los niños a la carta será lo próximo que depare la ciencia? Intentando ignorar posibles respuestas, hay ventajas que compensan la balanza ética. La cura del cáncer no será tal martirio como el actual. La agonía de pacientes mermará. Los años de espera para conseguir un corazón compatible formarán parte del pasado. La supervivencia, por suerte o por desgracia, siempre se impondrá a la moral.
miércoles, 30 de abril de 2008
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1 comentario:
Tienes todaaaaaaaaaaa la razón del mundo!y aunque no la tuvieras me convencerías con esa forma de escribir!me parece muy interesante que hayas dedicado tu blog a este tipo de temas que tenemos más a tras mano, pero que que están en boca de todos. Seré una habitual de tu blog Alex.
Un saludo.
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